sábado, 24 de mayo de 2008

NEGROS NUBARRONES

La crisis interna del Partido Popular debe ser mucho más fuerte de lo que aparenta, que ya es aparentar. Ayer, en el Hospital Ramón y Cajal, en la inauguración de un novedoso Servicio de Maquillaje Corrector; Esperanza Aguirre, el perejil de todas las salsas, verde como ella misma, fue puesta de ese mismo color durante todo el tiempo que permaneció en el centro hospitalario y aguantó los gritos, pitada y abucheos con una enorme sonrisa abierta y francachona; me atrevería incluso a decir que agradecida, en comparación con lo que debe ocurrir un día si y otro también en el interior de la sede de Genova,13 del Percebe (gallego, por supuesto).

El motivo de tan estruendosa pitada del personal sanitario, más la huelga en defensa de la Escuela Pública de esta semana (y las que vendrán), no es otro que la lógica respuesta al insaciable afán privatizador del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Ya lo veníamos avisando desde hace tiempo: van a privatizar hasta la Cruz Roja y, no es por ser agorero, pero se van cumpliendo uno a uno los peores vaticinios:

Se ha consumado ya la entrega a manos privadas, sin ofrecer resistencia, del colegio de El Álamo (paradójico) que ha recaído para los próximos 50 años, en las garras de una empresa sin ninguna experiencia en el sector (en el sector de la Educación, no en el de ganar pasta).

En el tramo de 0 a 6 años, las escuelas infantiles en manos privadas ya están preparando una oferta de actividades, fuera de programa, para que, previo paso por Caja, tengan a nuestras criaturitas entretenidas unas horas más. Si añadimos a esto el cambio de baremación orquestado para minar la calidad de las Escuelas Infantiles Públicas, el mensajito que nos van a transmitir cualquier día de estos es evidente: Teníamos razón, la iniciativa privada en materia educativa se muestra y consolida como la de mejor calidad y, por unos pocos euros más, podrá tener la misma exclusividad que los ricos de toda la vida. ¿Quién ofrece más por menos?

Del ámbito de la Salud Pública, todo lo que digamos es poco: Descapitalización de la Red Pública de Salud, vía presupuestos. Se cubren las plazas de profesionales de medicina y enfermería en los hospitales nuevos (privados), a costa del personal de los hospitales anteriores (públicos) con lo que dejan con el culo al aire a unos para vestir a los otros. Desmantelamiento de los laboratorios clínicos públicos. Privatización de los ambulatorios. Derivación de pruebas diagnósticas y pequeña cirugía a centros privados.

... y todo esto con una escalada en las listas de espera que ríete tú de los precios del petróleo.

Iba a decir que negros nubarrones se ciernen sobre nuestras cabezas, pero estos son capaces de privatizar la lluvia.

jueves, 8 de mayo de 2008

¡HAY QYE SER GILIPOLLAS!

Acabo de llegar de la concentración convocada en la Pza de la Constitución, contra la política de vivienda (más bien, política de constructoras) del gobierno de Esperanza Aguirre y he sido testigo de la infinita capacidad del ser humano para hacer el más espantoso de los ridículos sin, siquiera, ruborizarse mínimamente.

No sé cuántas personas podrán caber en la plaza ¿1.500, 2000? Lo cierto es que entre la multitud que la llenaba, estratégicamente colocados junto al escenario, había 37 (si, 37, los he contado) energúmenos, armados con bocinas neumáticas y de pulmón, empeñados en que el resto de asistentes no nos enteráramos de lo que se decía en el escenario (error, la megafonía funcionó eficazmente).

Las intervenciones de Coy, Pedro Castro, Gregorio Gordo y Tomás Gómez fueron constantemente jaleadas y aplaudidas por la inmensa mayoría de quienes estábamos allí por lo importante del mensaje, contra la brutal subida del módulo de vivienda protegida perpetrado por Esperanza Aguirre y, también, en contraposición a la actitud antidemocrática del denominado Comando Vociferante que, ensordecido, asfixiado y afónico, ha sido incapaz de conseguir su objetivo, que no era otro que reventar la concentración (¡Qué lástima, muchachos!).

Mención especial merece el cruce de mensajes en hojas de papel imprimidas por los ex PSG (YO NO ESTOY EN PSG, MI DINERO SI) y por el mencionado Comando Vocifernte (YO NO ME RINDO), afortunadamente, estos últimos, no han copiado el eslogan de Media Markt y se han evitado el choteo consiguiente.

Un ejemplo ilustrativo: Durante la intervención de uno de los oradores, uno de estos muchachitos descontentos con nuestros representantes democráticos pero encantados con el trato que les ha ofrecido un presunto delincuente, no sé si para enfatizar más sus gritos o acusaciones, sacó de su cartera un billete de 50 € y empezó a ondearlo. En ese momento, un espabilado se acercó por detrás y, limpiamente, le levantó el billete (ignoro si el ratero era de la directiva de PSG, no pude verle la cara). El hombre, sorprendido, se quedó mirando fugazmente el billete que desaparecía entre la multitud, después, resignado, volvió a abrir su cartera y sacó otro que sujetó más fuerte esta vez. Aplicando este hecho al cruce de mensajes, bien podían haber rotulado: PSG SE QUEDA NUESTRO DINERO PERO NO IMPORTA,TENEMOS MÁS.

El problema no es que les hayan engañado, estafado y presuman de ello, lo verdaderamente grave es que se enfaden porque los demás no hemos tragado.

¡Hay que ser gilipollas!