¡JODER, QUÉ FRÍO!

No es que lo diga la información meteorológica, que a veces se equivoca, es que hace un frío de 3 pares de narices moqueantes y no me refiero al frío físico, que se alivia fácilmente con abrigarse un poco o encender la calefacción, me refiero al frío atroz que hace en la soledad de la Izquierda después de contemplar el famoso debate y la repetición que pusieron el lunes pasado.

Los de Centro, con ZP en el mismo mismito centro, deben estar calentitos, que digo calentitos, asfixiados, apretados y agobiados con tanta gente metida en tan poco sitio, levantan un pie y se quedan levitando el resto de la campaña y, por si fueran pocos, el afán expansivo de la derecha les hace llamar a la puerta con insistencia: “Abrid la puerta, egoístas, que nosotros también somos de Centro. Ding-Dong, Ding-Dong. Abrid de una puta vez, Cabrones, que no hacéis más que crispar y crispar” Lo dicho, más apretados que unos zapatos (con perdón) nuevos.

Hace frío en el Sistema Público de Salud, desprovisto del abrigo presupuestario y azotado por la ventisca privatizadora.

La Enseñanza Pública ya está mostrando graves síntomas de hipotermia con la Iglesia y la Derecha amenazando con cortarle la luz y el gas.

El colectivo Inmigrante se encuentra directamente a la intemperie, con negros nubarrones que se ciernen sobre sus cabezas.

El Empleo está perdiendo calorías a gran velocidad y, con la excusa de mantenerlo con vida, se prescinde sistemáticamente de respetar sus derechos y administrarle dosis reparadoras de calidad a cambio de temporalidad vacía.

La vivienda no está congelada, al contrario, sin embargo, sus accesos son una pista de hielo donde te juegas la vida, sobre todo si eres joven y vas descalzo.

Y así...

Lo gracioso del asunto es que los amigos centristas, disfrazados de cualquier color, quieren más y más, a sabiendas de que no hay espacio, lo tienen saturado y viciado. En la Izquierda estamos mucho más anchos, fresquitos pero con amplitud, poquitos (más de lo que aparenta) pero de buen rollo y, además, con el añadido de que el frío agudiza el ingenio. ¡Qué narices! Estamos mejor preparados que nadie para luchar contra el calentamiento global.

Ahórrate calentones tontos, estériles y frustrantes. Huye del Centro y ven a la Izquierda.