jueves, 20 de marzo de 2008

LA SEDE DE LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN SE TRASLADA A e-Bay

Hay que reconocerles que se lo saben montar muy bien. Después de una temporadita preparándose el terreno mediante globos sonda, estrategias de desgaste, entrenamiento previo y despliegue mediático con sus voceros de cabecera; por fin se han puesto en marcha en un movimiento claro de la apertura siciliana, la mafiosa que no la ajedrecística. Ayer miércoles se consumó la maniobra de privatización, al mejor postor, del Colegio Público Miguel Ángel Blanco de la localidad de El Álamo, amparándose en que el ayuntamiento, gobernado, qué casualidad, por el Partido Popular, no tiene dinero para atender los gastos generados por su funcionamiento.

No era cuestión de ser agoreros pero, desde el primer día, se notaba que bajo la espesa y mullida lana del cordero aparecía el ralo y desigual pelaje del lobo. Siendo esto preocupante lo es más que no haya sido más que un disfraz sobre un disfraz porque, ahora se aprecia con nitidez, bajo la piel del lobo asoman desafiantes las poderosas garras de un buitre que, con precisión quirúrgica, se aplica a la tarea de despedazar los tejidos de la Enseñanza Pública. Previamente debilitada al reducirle implacablemente la dosis presupuestaria de alimento.

La jugadita, llegado este momento de la estrategia, se luce con descaro: La Consejera, Lucía Figar, manifiesta que está dispuesta a ofrecer los conciertos educativos que sean necesarios para privatizar (¡Huy, perdón! concertar) todos los centros cuyos ayuntamientos los soliciten. No sé si lo he entendido bien; no se puede dotar a los presupuestos del dinero suficiente para garantizar una Enseñanza Pública de calidad y, sin embargo, hay dinero a espuertas para cometer esta tropelía. Seguramente soy muy malpensado pero esto es lo que parece: Primero te ahogo y después acudo raudo al rescate.

Debo estar un poco perdido en esto de las relaciones entre política y dineros porque, desde siempre, yo tenía entendido que el fin último (y legítimo) de una empresa es conseguir beneficios y si la gestión privada de los colegios permite un trasvase de dinero público a manos privadas que prestan un servicio y obtienen beneficios ¿No sería mejor que esa cifra, mediante la gestión pública, redundase directamente en aumentar la calidad de la enseñanza? ¿Quién serían los beneficiarios, los sufridos ciudadanos o los empresarios, se vistan de traje o de sotana? Sólo pararme a pensar en el ideario que transmitirían a los estudiantes me pone los pelos de punta ¿Tendrán previsto montar una especie de vivero de futuros votantes del PP? Tampoco sería recomendable pasar por alto la situación en la que se pone a los profesores ¿En qué condiciones laborales asumiría una empresa privada a trabajadores que, por su condición de funcionarios, tienen garantizados unos derechos y una estabilidad laboral que choca de frente con los abusos a los que son sometidos los trabajadores de la enseñanza privada?

Ayer se abrió la puerta y se cursó invitación a la Orgía Privatizadora que se celebrará, si no lo remediamos, en fechas próximas. La Asociación de Colegios Religiosos ya ha confirmado su asistencia y participación entusiasta con la anuencia de monseñor Rouco Varela y el Club de la Mitra.

Si te has quedado frío, abrígate compañero, no sea que te constipes y descubras en carne propia que lo de la Sanidad Pública es todavía peor.

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