sábado, 8 de diciembre de 2007

COSAS DE CHICOS

En ocasiones no puedo evitar acordarme de mi abuela, llegabas a casa descalabrado después de una guerra de piedras contra los chavales de otro barrio, con algún hilillo delator de sangre corriendo por tu cara y tu madre, muy en su papel, después de los consiguientes gritos de alarma, procedía a curarte amorosamente a la vez que te regañaba, era entonces cuando aparecía mi abuela y con una frase lo sentenciaba todo: Son cosas de chicos.

Estos muchachos (y muchachas) del Partido Socialista, con la anuencia de la muchachada Popular, han decidido apedrearnos sin piedad desde el momento en que se pusieron manos a la obra de privatizar todo lo privatizable y lo que no. Y lo están consiguiendo, al paso que llevan van a conseguir cabrear a mi abuela, allá donde esté.

Como la palabra “Privatizaciones” les resultaba muy difícil de pronunciar, han inventado la pólvora, ahora lo llaman “Externalizaciones” y, pensándolo un poco, el concepto de marras viene dotado de unos atributos espectaculares (para los de la ESO, que tiene un par de cojones). Antes, cuando algún servicio se privatizaba, el afortunado adjudicatario tenía que poner en marcha lo necesario para que las cosas funcionaran: invertir, buscar un lugar donde trabajar, comprar maquinaria o herramienta, contratar trabajadores (del modo más precario), etc., y, aún así, el servicio reportaba unos pingües beneficios. Ahora, cuando algo se externaliza, el proceso se simplifica mucho, yo (Administración) te lo doy todo hecho y tú (adjudicatario) sólo tienes que llevarte la pasta.

Por este delicioso procedimiento han pasado ya por taquilla:
- Parques y Jardines
- Deportes
- Servicios Sociales
- Nuevas Tecnologías
- Mantenimiento:
- Alumbrado Público
- Alcantarillado
- Pequeñas obras
- Grandes obras
- ...

Y en otro ejercicio de filibusterismo, se encuentran en lista de espera:
- LYMA
- Medio ambiente
- Cultura
- Centros Cívicos
- Educación
- Seguridad
- Comunicación
- ...

Tampoco deberíamos sorprendernos si, algún día, alguien le viera la rentabilidad y hiciera una buena oferta por Alcaldía, ya puestos...

No descartemos tampoco la posibilidad de que algún destacado militante socialista (mediante persona interpuesta, testaferro, creo que se llama) esté ya, ahora, en este instante, haciendo sus cuentas sobre la morterada que le puede caer. ¿Hacemos una porra?

Qué razón tenía Ken Loach están Lloviendo Piedras.

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