ADIOS TOMATE, HOLA PSG

El estado de plácida languidez que produjo en mi organismo la noticia, deseada desde hace años, de la desaparición de ese bodrio vestido de lentejuelas conocido como “Aquí hay Tomate”, se ha visto conmocionado por el poco tiempo que alguien ha tardado en coger el relevo y en la pretendida virulencia mediática del mismo.

Desde luego en Getafe no se habla de otra cosa que no sean las grabaciones (¿sin consentimiento?) de las conversaciones entre David M. Pingarrón y Santos Vázquez sobre todos los enredos que giran alrededor de Los Molinos-Cerro Buenavista, en general, y PSG, en particular.

Después de escucharlas con atención se me han representado con nitidez las escenas de una de mis películas favoritas “Sospechosos Habituales”, sobre todo aquellas en las que “El Tullido” relata al policía, en la propia comisaría, toda la sucesión de hechos que desembocaron en la matanza de los muelles. El policía da crédito a la detallada y precisa confesión del atribulado “tullido” hasta tal punto que acaba llegando a la conclusión de atribuir la identidad del tal “Kaiser Sozé” (el demonio hecho carne) a otro de los miembros de la banda. (si no has visto la película sáltate el final de este párrafo). Cuando el tullido abandona la comisaría el policía va, poco a poco, descubriendo el engaño de que ha sido objeto: El tullido (que no era tal, sólo fingía) era el maléfico Kaiser Sozé y la maniobra para embaucarle y eliminar de sí toda sospecha había sido perfecta en su sencillez.

Con esto de las grabaciones tengo la misma sensación, no existe más que un interlocutor que dé información y, con un desahogo victimista, implica a todos menos a él. Nosotros tenemos la posibilidad, que no tuvo el desafortunado policía de la película, de escuchar a todas las partes, ensamblar el puzzle y sacar nuestras propias conclusiones. Yo particularmente no le creo ni cuando da la hora pero, seguramente, son cosas mías.

Que fuerrrrrte Jorge Javier.